domingo, 26 de julio de 2009

Cosas nuevas

En un post anterior ya había comentado que tenía ganas de cosas nuevas de uso personal, pues les cuento, ayer andábamos en la calle y mi mamá a sugirió ir al Solo Sambooooorns (cántese para que se disfrute más) entonces, yo me emocioné un poco, no sé por qué pero me emociona ir al Solo Sambooooorns (si, vuélvase a cantar y entonar) Entonces buscamos estacionamiento, entramos y esperé un rato a mi mamá y hermana, que se encontraban en el departamento de cosméticos y perfumería, y como no me gusta mucho andar viendo esos productos, me fui sola (nótese que no me gusta ir sola a algunos lugares) y andaba en los cd's y vi unos de Vivaldi, Tchaikovsky y Dvorak, pero OOOOOH sorpresa, no llevaba dinero... Entonces no me compliqué la vida y decidí solo mirar. Ya estaba viendo las películas, cuando me enfadé y mejor me fui a los libros. Por supuesto estaban en oferta los libros del crepúsculo, si, esos de los vampiros "guapos", y también las editoriales Tomo (que son HORRIBLEEEES igual que la editorial EUA, no les recomiendo que las compren a menos que solo traigan 20 pesos en el bolsillo) Bueno, les decía, estaban así como en aparador, como si fueran muñequitas de porcelana, varios libros de arte, EGIPTO (si, me gusta Egipto, ya saben, para mi cumple, ahí en sanborns pueden encontrar libros - jejejeje ok ok si no quieren no-) algunos de tejido, luego otros de la cultura china, y bueno para no hacerle cuento más largo y no contarles del señor que andaba leyendo las reseñas de tooooooodos los libros, pues vi uno que me llamó la atención, es Pelando la cebolla de Günter Grass, que ya había oído hablar de él. Así que fui con mi papá más cercano (¡NO SE ALARMEN! Sólo tengo un Papá pero se lee divertido eso) y le pedí capital para no quedarme con ganas de mi libro, que ya hacía mucho que no compraba. Entonces mi hermana chismosa se entromete en mi plan y le pregunta a mi papá que si para qué me daba dinero para comprar libros, que mejor me comprara otra cosa. Pues yo le hice mala cara y le pregunté a mi papá que si por qué le daba dinero para irse de antro y a mí no me compraba un mísero libro (era para darle dramatismo, no se crean eso de mísero).
Pues al final Nezahualcóyotl (si, el del billete por si no sabías quién era ese del penacho) vino a mi rescate y pude comprar mi librito. Ya andaba muy feliz, casi casi teníamos un pie fuera de la tienda cuando mi mamá me acordó que comprara un cepillo nuevo. Y como el que tengo ya no me sirve, busqué el que me recomendó mi dentista, uno eléctrico, pero el problema llegó cuando llegué buscando uno rojo… NO HABÍA, sólo había rosas y yo ODIO el rosa, así que me tuve que conformar ya que la cara de “la señorita” me dijo que a lo mejor había pero ella no iba a buscar y la cara de mis papás me decía que pagara y nos fuéramos YAAAAA! Así que no tuve opción. Compré ese rosa feo, pero AAAAAH que bonito lava mis dientes y encías.
Ahí les dejo las compras del sábado y si le gusta este post, ¡coméntele! Capaz y nos vimos en el Samborns y yo ni en cuenta :O
Je! hasta más feo se ve el rosa en la foto desde el celular

5 comentarios:

Anónimo dijo...

probandoo

Unknown dijo...

esto es una prueba para ver si funciona

godi dijo...

a ver cuando me lo prestas para lavar los mios :D

Manuel Robles dijo...

Benditos sean el príncipe Nezahualcóyotl y el rosado artilugio pleno de cerdas limpiadoras

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJAJA Te pasaste con eso de tu hermana...en serio me estoy muriendo de la risa JAJAJAJAJAJAJA, bueno la neta que padre que ya tienes un libro mas que agregar a tu coleccion...ahora la siguiente vez cuando tu hermana quiera ir al antro le puedes pedir a tu papa que te de para... mmm que tal un librero?

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